Ayer volvimos a ponernos las mochilas y nos hicimos otro pequeño recorrido por la naturaleza. En esta ocasión en el parque natural de Urkiola. El día amaneció con niebla, lo que me permitio sacar algunas fotos «diferentes» aunque enseguida levantó y salió un sol estupendo que nos permitió disfrutar del paseo y del entorno.
Como comienzo, os recomiendo visitar la casa del parque (Toki-Alai), donde os darán información sobre todas las rutas y recorridos que podéis encontrar en la zona. Nosotros escogimos una ruta asequible para que el peke pudiese ir andando comodamente: subida a la fuente de Pol-Pol, y un poco más lejos hasta la campa en las faldas del Anboto, y vuelta al parking del parque por la pista.
Comenzamos desde el parking junto al santuario, donde pronto encontraremos un poste indicador que nos marca la dirección a seguir para ascender al Urkiolagirre (Urkiolamendi) a la izquierda o hacia la fuente de Pol-Pol por la pista del centro. La ruta alternativa por Urkiolamendi es quizá más bonita, aunque no apta para llevar sillas de bebe. Para ir por esta ruta pasamos una alambrada y después de cruzar por un grupo de abedules se asciende suavemente por la loma verde cubierta de extensos pastos que en una media hora nos lleva hasta la cima. En este trayecto disfrutamos de espectaculares panorámicas del cresterío del Alluitz situado justo enfrente (Atxarte, que buenos recuerdos). En el Urkiolamendi encontraremos junto al buzón, un vértice geodésico y una mesa de orientación que nos ayudará a reconocer algunos de los montes de Urkiola y también de otras zonas más lejanas.
Nosotros nos decantamos por la subida fácil y cómoda por la pista, hasta el collado de Asuntze, donde encontraremos la fuente de Pol-Pol de aguas ferruginosas. Si bien no tiene un sabor muy agradable, es ideal para refrescarnos un poco si hace calor. El entorno de la fuente, es un lugar ideal para descansar un rato y disfrutar del paisaje.
Proseguimos el camino un rato más por la pista que discurre por las faldas del Anboto hasta un refugio que se encuentra poco más arriba.
El retorno al puerto de Urkiola lo efectuaremos por la misma pista que bordea a media altura el Urkiolamendi por su ladera sur. Una pista perfectamente acondicionada y por la que se asciende (o desciende) muy comodamente con cochecitos de niño.
A la vuelta podemos dejar que los pekes jueguen en el parque que se encuentra junto al santuario o visitar un bonito mirador (el de las tres cruces) situado a la izquierda del santuario, al final de un camino que atraviesa un bosque de hayas.
Si os han gustado estas podéis ver alguna foto más de esta colección en mi galería de Flickr.
Comentarios recientes