El pasado jueves 25 fue otra de esas noches de concierto. En esta ocasión el bueno de Marc Ford tocaba en el Kafe Antzokia junto a The Steepwater Band. Siempre que voy a este tipo de conciertos me llevo mi cámara compacta, una Olympus Camedia C-60 que lleva más de cinco años acompañándome a todos los conciertos y que tiene posibilidad de ajustes manuales que me permiten variar la apertura y la exposición en cierta medida. Pero sacando fotos a 5 metros del escenario, sin flash y con un zoom óptico 3x, pues sale lo que sale…
Y cuando durante el concierto veo al grande de DenaFlows y a algunos otros sacando fotos con su reflex me digo a mi mismo: «Hoy hubiese sido un buen día para traer mi D90». Pero no. Ese día no ha llegado. Quizás algún día me ponga en primera fila a hacer fotos y seguro que muchos lo agradecen. No por las fotos sino porque seguramente podrán ver mucho mejor…
De momento, y mientras espero a decidirme esto es lo que hay…
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