Islas a la deriva

9 03 2011

A LA DERIVA

 

«Todo eso me parece tan lejano como mi propia vida», pensó Thomas Hudson. Eso y el mar abierto y las largas rompientes y el oscuro y profundo mar del trópico, todo se le antojaba tan lejano como su vida. «Con esta brisa podríamos haber navegado mar adentro hacia Cayo Francés. Peters seguiría manejando la radio y esta noche todos beberíamos cerveza fría», pensó. Y se dijo: «Deja ya de pensar en todo eso. Has hecho lo que debías hacer».

Islas a la deriva – Ernest Hemingway