Esta localidad es una de las más bellas de la provincia burgalesa. Colgada en una serie de terrazas de toba en la margen izquierda del angosto Cañón del Ebro, se combinan en ella la vista de espectaculares parajes naturales y el sabor popular de sus construcciones.
La foto típica es la de la cascada que surge de la roca y que cruza el pueblo aunque yo prefiero quedarme con esta, un poco más original.
Una gran composición, felicidades… el blanco y negro sobre los bordes remarcados de los tejados es brutal…
Muchas gracias!
Un poco arriesgada pero efectista.
Gracias por pasar